Existen distintas fuentes que explican la proveniencia de las musas. La más conocida es la que explica que fueron las hijas de Zeus y Mnemósine, diosa de la memoria, y nacieron en Pieria, justo al lado del monte Olimpo. Sin embargo, otras tantas señalan que fueron las hijas de Apolo, de Éter y Gea o incluso de Zeus y Plusia.
Las musas han sido representadas a lo largo de los siglos mediante distintos medios como por ejemplo en numerosas obras de arte, donde se les atribuye los instrumentos musicales, e incluso en las obras poéticas de Homero donde siempre se destacaban sus influencias inspiradoras en la literatura y en la música.
También fueron muy representadas en los mitos y en esculturas o pinturas del arte Romano y Renacentista con distintos atributos.
En resumen, aquellas nueve ninfas propias de la mitología griega consiguieron ser asociadas a las distintas artes y muchas otras representaciones, embelleciendo así la cultura griega.