Esta expresión de raíces latinas fue creada por el poeta romano Horacio. Su traducción literal es algo así como "cosecha del día", cuyo significado intenta alentar al aprovechamiento máximo del tiempo sin malgastar un minuto.
La frase completa de Horacio, según los historiadores, fue "carpe diem quam minimum credula postero", que en español puede entenderse como "aprovecha cada día, no te fíes del mañana".
Es también un tópico literario, que se utilizó a lo largo de toda la historia de la literatura universal.
Utilizada como cualquiera de las dos acepciones anteriores, mucha gente lo ha tomado como un estilo de vida, ya sea sin desaprovechar un minuto de la vida, o viviendo el presente sin importar el futuro.
Con esta última acepción mucha gente no está de acuerdo, ya que lo considera una falta de responsabilidad no asegurarse un futuro seguro.
En el arte fue muy utilizado en la Era Barroca, el Romanticismo y el Renacimiento. También se hizo famosa a partir de la película Dead Poets Society (1989).