Mi cuarta semana

Bueno como os dije en la anterior entrada Pitagoras llegó a Samos y me lo encontré en la casa de la familia con la que estoy; me dijo que como estaba cansado del viaje estaría encantado de explicármelo al día siguiente.



Como la niña había pasado tiempo conmigo ahora también le interesaba saber sobre Pitágoras y me pidió si podía acompañarme y se lo agradecí mucho. El padre nos habia dado la dirección de la casa, estaba bastante lejos y nos entretuvimos un poco por el camino, había muchas casas parecidas y no sabíamos cual era pero un hombre se nos acerco por detrás y era el, Pitágoras. Estuvimos hablando con el, su proyecto era crear una escuela dedicada al estudio de la filosofía, matemáticas y astronomía. Inventó la tabla de multiplicar y el teorema que lleva su nombre.Unió la astronomía y la música porque en aquella época solo eran conocidos 7 planetas y Pitágoras dedujo que debía de haber 10, ideó así la teoría de la música de las esferas. Nos contó impresionado por la proporción y el peso de las cosas que la verdadera realidad y la fuente de la razón del universo son los números.



Nos habló mucho de su fabuloso teorema de Pitagoras del que estaba muy orgulloso (el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de la suma de los catetos). En el paseo por la isla nos enseñó los lugares típicos y las maravillosas fuentes. En Samos era considerado el mejor matemático.


Se hacía tarde y debíamos volver antes de que oscureciera como nos había dicho Aristarco (el padre de la niña) así que decidimos volver, le agradecimos mucho a Pitagoras que nos hubiera informado y volvimos a casa.
Os seguiré informando sobre mis dias en Samos con esta familia.