¿Es posible que ya haya transcurrido un año? Si parece que fue anteayer cuando empezaba este curso, con ilusión y dudas, miedos y esperanza, ganas de aprobar pero sin dejar la vida en ello... Pues sí, aquí estamos, a punto de disfrutar un verano inolvidable, como todos los veranos, por supuesto.
Me toca hacer balance, y no me da pereza.
Me apetece presumir. Me apetece que todo el mundo sepa que mis alumnos son geniales, curiosos, inteligentes, estudiosos, listillos, vagos, simpáticos, tímidos, cariñosos...uf, se acaban los calificativos, pero no las cualidades.
Y como una despedida no es completa sin decir adiós, me toca decírselo a la promoción de 2º de Bachillerato, que sale de nuestras aulas a enfrentarse al resto de su vida. Recuerdo que una vez, hace años, les dije a mis alumnos de 2º que el futuro no estaba esperándolos, porque el futuro lo llevamos dentro, y lo vamos creando con nuestros actos de cada día, y se nutre de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que seremos, de modo que cada acción que realizamos, cada vivencia, cada palabra que pronunciamos o escuchamos, es parte de nuestro futuro. Y aunque ahora parece que la situación es difícil y la esperanza escasa, no estará de más que mientras transcurren los años hasta ese momento mejor que está ahí adelante, vayáis llenando vuestro futuro de todo lo bueno que podáis encontrar en el camino, los mejores amigos, las mejores experiencias, la mejor preparación.
Sé que habéis empezado bien. Esas notas de Selectividad, de lo mejor del Instituto, son un orgullo para todos. Miguel, Pablo, un 10 en Griego, junto con la nota de Latín, son vuestro pasaporte a Periodismo (¿a que sí, Pablo? No olvidaré jamás tu frase: "gracias a Latín y Griego entro en Periodismo". Reconocerá todo el mundo que de 5 alumnos obtener dos 10 es un éxito, sobre todo si van acompañados de un 9 y un 8. Vaya media!
Pero además, felicito a todos sin excepción por las notas de Latín: a Adrián, un 10, a Clari , 9.5, a Irene P., 9.75, y a todos los demás, que, salvando un 7, no bajaron del 8.25.
Pues eso, que iniciáis bien ese viaje al resto de vuestras vidas. Con dedicación y alegría conseguiréis vuestros objetivos, estoy segura. Y espero que, cuando estéis viviendo vuestro año vigésimo cuarto o vigésimo quinto (es decir, cuando tengáis 23 o 24 años, eh, Adri?) con la carrera terminada o casi, empezando una nueva etapa del apasionante viaje por la vida, mirando hacia atrás, aún os acordéis de vuestro instituto, de vuestros profesores, y de los años que compartimos en Desdobles1.
¡FELIZ VIAJE A TODOS!