Un día en clase, Magdalena nos habló sobre un nuevo aparato misterioso, en su voz se podía notar un toque de misterio y emoción.
-Este aparato es el transchronion y tiene la capacidad de alterar el tiempo y el espacio para llegar al lugar deseado en la época deseada, tiene un funcionamiento similar a un agujero de gusano, pero en este caso somos capaces de controlar su dirección.
Al oír esta frase nos asaltaron una gran cantidad de dudas, por ejemplo, ¿De dónde sacaríamos la ropa?¿Les entenderíamos? ¿Donde nos alojaríamos?
-Se lo que estáis pensando, pensáis que no os adaptareis bien a la sociedad, pero no os preocupéis el transchronion os proporcionará todo lo necesario para que os adecuéis al estilo de vida de los antiguos.
Después de nuestra pequeña charla nos dispusimos a preparar el viaje.
Comenzamos a discutir el lugar en el cual estaríamos durante nuestra estancia en el Imperio Romano y, como no nos decantábamos por ninguna opción, decidimos hablarlo a la llegada.
Cuando estuvimos preparados marcamos el año 55 D.C. en Pompeya y le dimos a un botón para viajar.
Esperamos unos segundos... 3... 2... 1... ¡PUFF! En tres segundos aparecimos a las afueras de la ciudad.
A lo lejos vimos a un hombre que aparentaba ser adinerado por su forma de vestir.
Paramos a hablar con él para descubrir como era la vida en esa ciudad.
Al terminar la conversación le mencionamos que no teníamos lugar en donde dormir y él, generosamente, nos ofreció hospedarnos en su "Domus".
De camino descubrimos que se llamaba Marcus Antonius Caesar y que tenía una esposa llamada Cornelia y que tenía dos hijos: Lucius Antonius Bucco, su hijo mayor y Antonia, su hija menor.
Al llegar a su casa la luz se había desvanecido, saludamos a su familia y a sus esclavos y nos fuimos a instalar en las habitaciones, después de esto nos invitaron a cenar y asentimos con gratitud.
Al llegar a las habitaciones observamos fascinados el hermoso cielo cuya claridad nos asombró ya que no existía ningún tipo de contaminación lumínica. Poco a poco nos fuimos durmiendo bajo ese manto de estrellas y la sombra de ese gran volcán que en un futuro traería tanta desgracia a la ciudad, el Vesubio.
Mañana será un nuevo día con aventuras diferentes.
Buen trabajo Ana! Sigue contándonos las aventuras de este viaje!!
ResponderEliminarme gusta el viaje que estáis haciendo, la caritativa acogida de la familia y la cálida y reconfortante cena; pero el top 10 de la entrada es el "3..2..1.. PUFF"
ResponderEliminarEstoy impaciente por saber más, y por enterarme de quiénes componen este grupo viajero. No estaría de más que apareciesen vuestros nombres. Buen viaje!
ResponderEliminarNo sabía que los romanos llegaran a ser tan hospitalarios con la gente desconocida. ¡Ojalá nosotros también pudiésemos hacer algunos de estos viajes!
ResponderEliminarEntrada muy interesante,estoy deseando saber que pasará después!!!!Buen viaje!
ResponderEliminarMe gusta muchísimo los viajes que estais empezando a hacer y tengo muchas ganas de que sigáis contando vuestras experiencias. ¡Buen trabajo!
ResponderEliminar¡Que lujo! ¡menuda acogida! En casa de un desconocido caritativo. Y que interesante el transchronion, da muchas facilidades, nos quedamos ansiosos por seguir el viaje.
ResponderEliminarDebe ser una experiencia única. ¡Buena suerte y buen viaje!
ResponderEliminarEspero que os lo paséis igual de bien que nosotros y nos contéis como os va todo por allí Suerte!
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ResponderEliminarEs una entrada muy divertida, espero que sigais contándonos más sobre vuestra aventura.
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