'Calisto, cazadora del cortejo de Artemisa'

Calisto era una cazadora que pertenecía al cortejo de Artemisa, Diosa de la Caza. La diosa le guardaba un gran cariño, más que a las otras ninfas, por lo que siempre estaban juntas. A su vez, Zeus se había enamorado de ella, por lo que ideó un plan para seducirla.
Éste adoptó la forma de la diosa. Para su sorpresa, Calisto no demostró ninguna incomodidad tras haber adoptado ese forma. Zeus aprovechó y se cambió a su forma de hombre, pudiendo violarla.



Para evitar que los sonidos que emitía Calisto pudiesen llegar a oídos de su esposa Hera, Zeus transformó a Calisto en osa. Esto no sirvió de nada, ya que Hera lo supo de todas formas y le pidió a Artemisa que disparara a la osa durante la cacería.

Higinio (célebre escritor hispano-latino) cuenta que Artemisa encontró a Calisto bañándose en un río, dándose cuenta de que su vientre había crecido. Artemisa le pregunto a que venía eso. Calisto (seducida por Zeus en forma de la diosa) le dijo que era culpa suya. Artemisa enfadada transformó a Calisto en osa y la expulsó de su cortejo.

De todas maneras, Calisto murió debido a esto. Zeus la convirtió en la constelación de la Osa Mayor para poder salvar a su hijo, dándole así la inmortalidad. Zeus dió a Arcas, el hijo de Calisto, a la pléyade Maya para que lo cuidase y lo criase.

También se cuenta que Tetis (esposa del Océano y niñera de Hera) prohibió que la constelación se 'sumergiese en el mar', debido a que ésta odiaba la intrusión de esta en el lecho de su ahijada.