-Alfredo,¿cuántos años llevamos aquí?- decía yo a mi único amigo aquí, el esqueleto Alfredo.
-Desde que nos separamos, Sergio y yo, en aquella batalla en Corcira solo tu eres capaz de entretenerme con tus maravillosas historias- deliraba con mi amigo Alfredo mientras pensaba en lo que le podía estar pasando a Sergio.
Después de unos 5 años conociendo a Alfredo lo único que me entretenía, aparte de las historias de Alfredo, era meterme con Deacon, que era el guardia de mi celda y la de Alfredo.
-¡Tu, levanta y deja de hablar solo, es hora de comer!- decía mi gran amigo Deacon.
-Deacon, amigo no hablo sólo, hablo con lo que parece ser tú futuro- dije yo señalando a Alfredo y con un tono de burla.
-¡Cállate y come porque sino me lo comeré yo!- me decía él con un tono se superiodidad.
-A ver cuerpo escombro, me lo comeré si me da la gana porque esto no es ni mucho menos el MacMenú que te pedí ayer- dije yo intentando bajarle de la nube.
Después de una acalorada discusión, en la cual le estaba metiendo una paliza con mis increíbles argumentos, apareció lo que parecía el jefe de Deacon.
-¡Soldado Deacon, fuera!-le dijo el que parecía mi abuelo de resaca.
-Que, ahora ya no eres tan chulito, pero si en el fondo sabes igual que yo que aquí mandaba yo- decía yo mientras el soldadillo se iba.
-¿Eres Mikel, el preso número 1?-me preguntaba mi "abuelo".
-En realidad llegó primero el compañero- dije yo señalando a Alfredo.
-Pero sí soy yo, supongo que el 1 es porque soy el mejor- dije yo con tono chulesco.
Mi "abuelo" me abrió la celda y me obligó a ir con él.
Mi acompañante me llevó a lo que parecía una sala de reuniones que parecía de un señor con claros problemas con la oscuridad. Me senté en la silla que mejor pinta me tenía y esperé hasta que apareció el que, por los libros de historia, parecía Pericles.
- Hola, supongo que eres Mikel- me dijo Pericles.
- Bueno sí, no me gusta fardar pero sí, pero bueno ya le dije aquí al viejales que por menos del millón no trabajo- dije yo con mi tono de negociación.
- Trabajarás si aprecias tu vida- me dijo el ganamdo la negociación claramente.
- A ver yo, lo que es apreciar no mucho pero me molaba eso de ganar la partida- dije yo intentando remontar.
- Bueno esta es la idea...-. Me habló de una batalla en la que yo tendría que luchar.
Después de unos día zarpamos aunque yo iba más con idea de encontrar a Sergio.
Yo le fui a preguntar a Pericles como iba la guerra y antiguas batallas y me empezó a contar un poco cómo fue el asedio de Atenas para explicarme un poco cómo peleaban ellos:
"El objetivo de su asedio era conseguir recursos atenienses para debilitarnos a nosotros y fortalecerse ellos yconseguimos defendernos con un sistema de combate diseñado por mi que consistía en diversificar las posibilidades de resistencia con el núcleo urbano el cual utilizamos más adelante como defensa. Nuestras defensas sufrieron daños técnicos y nuestro ejercito era de baja calidad y estaba mal organizado por culpa de una crisis que sufrimos, todo esto nos llevó a que su ataque nos afectara más. Al final ellos tuvieron que irse, supongo que por su falta de tiempo, y nos dejaron bastante mal y ellos se fueron con bastantes de nuestros recursos".
-Vaya, no sabía todo esto, pero ¿nos pudimos recuperar?- dije yo.
-Un poco, pero en esta batalla será diferente porque con nuestro general Formión con sus 20 trirremes(barcos alargados que en la batalla se impulsan con remos) y aunque la Liga del Peloponeso venga con más embarcaciones nada podrán hacer- me dijo segurísimo Pericles
-Eso espero- dije yo con un tono pesimista.
Ahora vamos directos a lo que parece la batalla de Naupacto y allí espero encontrar a Sergio.
La Liga del Peloponeso fue una alianza entre los estados del Peloponeso verdad?? Hacia tiempo que no escuchaba hablar de ella y de la asamblea espartana quien era la que controlaba esta.
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