Los juegos del hambre: alusiones al mundo romano

 
Los Juegos del Hambre es una novela distópica escrita por Suzanne Collins.
En la historia, los Juegos del Hambre son un evento televisado anual en el que el Capitolio selecciona al azar un niño y una niña entre las edades de 12 a 18, de cada uno de los doce distritos, poniéndolos unos contra otros en un juego de supervivencia, donde se ven obligados a luchar entre sí hasta la muerte. El vencedor gana una nueva casa en el Distrito, junto con comida, fama y riqueza.

Las alusiones romanas en Los Juegos del Hambre son innumerables. Suzanne Collins ha declarado en entrevistas que el mundo antiguo, y en particular los juegos de gladiadores, fueron la inspiración para su obra.Un ejemplo es el nombre del estado ficticio de Panem, que en latín significa pan. Se trata de un extracto directo de la famosa frase de Juvenal de que a la plebe sólo le interesa panem et circenses, pan y circo.

Los nombres de la élite privilegiada del Capitolio son predominantemente romanos, lo que crea matices de una decadencia similar a la de Roma.
La “cosecha” de tributos reelabora el mito griego de Teseo y el Minotauro. Collins dice que Katniss es un “Teseo futurista”, el héroe que se ofrece como voluntario para enfrentarse al Minotauro y que, al matarlo, acaba con este cruel sistema.

 Al igual que en Roma, la puesta en escena de los Juegos es tan importante como el propio evento. Los tributos desfilan ante las multitudes en carros, al igual que los gladiadores desfilan con sus coloridas armaduras antes de luchar. Hay algunos paralelismos entre el comportamiento del público de la arena y el de los Juegos del Hambre, aunque la televisación del espectáculo deja al público más alejado de la acción. Apelar a la multitud y al veredicto del organizador (en el caso de la Antigua Roma, el empeador) de juegos es fundamental en ambos escenarios.