Un trece

Quería hacer una entrada en el blog que todavía no se le hubiese ocurrido a nadie, y como últimamente tengo el 13 hasta en la sopa he ido a buscar su historia y he descubierto que era el número favorito de Julio César.

Vereis, todo el mundo asocia el número 13 con la mala suerte. Sin embargo, es una superstición occidental porque en Oriente es considerado un número de buena suerte.
En Francia no hay casas con este número, en EEUU los pisos pasan del 12 al 14 o ponen 12bis y en Italia este número se ha omitido de la Lotería Nacional.
El miedo al ya mencionado número se llama triscaidecafobia.

Muchas culturas le tienen miedo a este número. Quienes se dedican a encontrar el origen de la existencia de este mito, han encontrado textos de Hesíodo en los que se interpreta que éste ya tenía supersticiones contra el 13, sin embargo, no es del todo cierto. Hesíodo menciona el 13 en su obra "Los trabajos y los días". Y en el fragmento donde habla del número dice:
“Guárdate de sembrar en el décimo tercer día del mes comenzado; pero ese día es excelente para las plantaciones. El décimo sexto no es muy favorable para la plantación de árboles, mas es propicio a la generación de varones… ”
No es que Hesíodo considerase que el día 13 era malo sino que da una serie de consejos de trabajo para cada día.
En el siglo I d.C. se relaciona el origen del mito con la Última Cena donde participaron 13 personas y Jesús fue traicionado por Judas y eso provocó su crucifixión. De ahí sale el mito de que "no trae buena suerte que estén 13 personas reunidas en una misma sala". Una revista británica mencionó que una de cada trece personas reunidas en una habitación moriría en el período de un año.
El miedo al número trece está tan extendido que aparte de lo que ya he mencionado antes de Italia, Francia y EEUU, sin ir más lejos en Madrid no hay la linea de autobús número 13.

Sin embargo no para todas las culturas es un número de la mala suerte.
Aquí es a donde por fín quería llegar. Para los romanos era considerado un número armónico y decorativo. Julio César, como dije antes, lo consideraba su número de la suerte porque fue gracias a la Legión Decimotercera que éste alcanzó su poder.
Los mayas consideraban este número un número sagrado. En la creencia nipona si el día caía en viernes trece, ese sería un día maravilloso y además perfecto para que se cumpliesen todos los sueños.

En EEUU lo consideran el número de la mala suerte y sin embargo este número se encuentra en su historia y en su moneda. La historia de Estados Unidos se inicia con 13 colonias, por eso en los billetes hay representado un águila sosteniendo trece flechas con una garra, mientras con la otra sostiene 13 hojas de olivo en las cuales hay 13 frutos. En frente del águila se observan 13 barras y en la parte superior de la misma se pueden ver 13 estrellas, finalmente en el lado izquierdo se puede ver una pirámide con 13 peldaños. Así que los estadounidenses, que son los que muestran más miedo por este número, han cargando su historia con infinidad de números 13.
Un dólar en billete y en moneda donde podemos ver la pirámide y el águila con los 13 elementos que hemos mencionado.

También se le tiene un miedo especial al Martes 13 y al VIernes 13, son considerados días de la mala suerte. Me quedo con el Martes 13. Hay dichos populares como "en martes ni te cases ni te embarques" que refuerzan este mito. Este refrán viene de que martes significa en latín día de Marte, en la antigua Grecia llamado Ares, Dios de la guerra, lo cual es considerado un día que puede favorecer las peleas conyugales. Con el tiempo se fue considerando como un día diabólico y de mal agüero. Y si le sumamos a este hecho que encima caiga en el día 13 del mes la mala suerte se duplica.
El miedo al martes y trece se llama Trezidavomartiofobia y aquellos que lo padecen han modificado el dicho tradicional por uno muy parecido: “En martes 13 ni te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes”. Este día también es considerado por muchas personas el “Día en que aparecerá la Bestia”, refiriéndose al Anticristo del que habla el libro del Apocalipsis que, casualmente o no, lo trata en el versículo número 13. De hecho muchas personas del medioevo estaban completamente seguras de que el Apocalipsis ocurriría un martes 13.

El miedo al número trece está muy extendido por todo el mundo, a veces porque es uno más que doce y el 12 es un buen número en muchas culturas, otras porque simplemente las creencias de uno mismo no se pueden controlar.

Yo le encuentro cierto encanto a ese número. Quizás lo veo como un desafío, quizás sean coincidencias. El número 13 siempre ha estado por ahí en nuestras vidas y no nos hemos dado cuenta. Quizás un 13 te has ido a Roma, o alguien te ha dado un abrazo. EL portal de mi casa es el 103 y la matrícula del coche de mi prima es la 0013, además seguro que El cuento número 13 es un buen libro. Si le prestas atención, ese número está por ahí, pero no es malo, no hace daño. Yo prefiero ser Julio César y tomarlo como un gran número, y no ser como los de EEUU que gracias a ese número son así de grandes y le tienen miedo.

Bueno, espero no haber aburrido mucho y que lo encontreis interesante aunque era un poco largo.