Orfeo era hijo de de la
musa Calíope y de Eagro que encantaba con la melodía de su lira. Se
enamoró de la ninfa Eurídice.
Se casaron y en la boda
Eurídice murió por la picadura de una serpiente en su tobillo.
Orfeo bajó al Hades con
el fin de devolverle la vida a su amada.
Con el poder de su música
hizo que Caronte le llevara a la otra orilla de la laguna Estigia y
amansó a Cerbero dejándolo pasar al Hades.
Cuando llegó les canto
una canción a Perséfone y a Hades para que les dijeran a las Parcas
que volvieran a hacer un hilo de la vida a Eurídice y que si no
llegaban sus melodias a los corazones de los dioses del inframundo,
que se podían quedar tambien con su alma.
Esa melodía hizo que las
Danaides dejaran su castigo de transportar agua , Tántalo dejó de
intentar alcanzar los frutos que se le escapaban, Ixión que tenía
que transportar la roca a la cima del monte, se sento encima de ella
y a las Erinias las hizo llorar. Entonces Hades y Perséfone no
fueron capaces de negarle su deseo a Orfeo y ordenaron traer el alma
de Eurídice.
Las
mujeres tracias en medio de los ritos a Dionisio, vieron a Orfeo.Una
de ellas le arrojó una roca contra él,pero sin llegar a
herirle.Este que ataque fue seguido del de una piedra, la cual se
desvió de su trayectoria,dominada por la
música de Orfeo.
Esto hubiese seguido
funcionando sino fuese por los enloquecidos gritos de las mujeres que
ahogaron su voz.
Tras eso, lo
descuartizaron y esparcieron sus restos por la orilla del río Hebro
de Tracia. La sombra de Orfeo descendió al Hades, donde se encontró
con Eurídice.
Mientras tanto, tanto la
cabeza de Orfeo como su lira llegaron a las playas de la isla de
Lesbos.
Hay muchos otros que
reclaman tener los huesos o la tumba de Orfeo. Los macedonios dicen
que Orfeo murió en la ciudad de Dío.
Otros dicen que la ciudad
de Libetra poseía su tumba.
Nuria Expósito, Eugenia Fernández y Ana Sisto.
2 comentarios:
Historia muy interesante que apenas conocía.
no tenía ni idea sobre la existencia de esta historia,me parece muy interesante y pienso que ya no me olvidaré de Orfeo de su lira y de este relato.
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