martes, 19 de junio de 2012

Helios y Faetón

-Abuela, abuela, ¡cuéntanos un cuento!
-Está bien, niños, ¿queréis que os cuente el de Caperucita Roja?
-No, ¡nos lo has contado ya como veinte veces!
-Serán exquisitos los niños estos... ¿El de la Bella Durmiente?
-No, ¡nos lo sabemos de memoria!
-Entonces...¿os cuento el mito de Helios y Faetón?
-Sí, sí ¡cuéntanoslo!
-Pues había una vez un Dios, que era el Dios del Sol, llamado Helios. Uno de sus hijos se llamaba Faetón, y sus compañeros del cole se reían de él y le decían que su papá no era su papá, que era hijo de otro.
"Un día fue a visitar a su padre para consultar con él esta duda. Él le aseguró que era su padre y que la ninfa Climena era su madre, y además le concedió un deseo. Faetón le dijo que quería hacer lo que hacía él todas las mañanas, conducir su carro de fuego por el cielo, porque si era hijo suyo sabría hacerlo."
-Pues qué ganas tenía de madrugar...
-¡No me interrumpáis! Bien, como decía, Faetón le pide eso, y Helios le dice que es muy peligroso, pero él no hace caso y se sienta en el carro, dispuesto a irse. Como ve que su hijo es un terco y no lo va a poder convencer, se resigna y le da consejos para la travesía, además de protegerle la cara con un ungüento mágico y colocarle la corona de rayos, mientras las diosas de las Horas le ponían los arneses de oro.
"-Hijo, mantén firmes las riendas, no abuses del látigo, y ten mucho cuidado... ¿Has desayunado? Eh, ¿adónde vas? ¿Faetón? ¡FAETÓN ESPERA!"
"Pero antes de que pudiese terminar, Faetón ya había despegado. El carro se movía demasiado y los caballos estaban asustados, y perdió el rumbo. La corona de rayos calentó las constelaciones y se alejó cada vez más de la Tierra, y prendió fuego a la Tierra, la Luna y el Cielo. Júpiter..."
-¿El planeta?
-¡No, el Dios! ¿Os queréis callar? Bueno, pues Júpiter mandó un rayo que acabó con el incendio, y Faetón aterrizó en un río, y las ninfas rescataron su cuerpo, mientras decían:
"-Ya te había dicho que el chico este nos iba a matar a disgustos."
"Helios estaba tan triste que no quería salir con su carro, pero Júpiter le pidió que saliese, y resignado, cogió su carro de fuego e hizo que empezase así un nuevo día."
"Bueno, niños, ¿qué habéis aprendido de esta historia?
-¡Que los carros de fuego son peligrosos!
-¡Que Júpiter es un Dios!
-¡Que nunca hay que salir sin desayunar!
-¡¿Pero no habéis aprendido nada más?! ¿No habéis aprendido que los hijos deben hacer más caso a sus padres porque estos actúan por su bien?
-No...
-Sois unos incorregibles... Anda, a dormir todos.


3 comentarios:

Juanma Couto Lema dijo...

Desconocía este mito así como a los personajes; a mí "Helios" me sonaba a mermelada! aunque ese nombre explica que el Sol esté compuesto por Helio entre otros elementos. Muy buena entrada y muy realista, aunque dudo que a esa abuela se le ocurriera contarle ese mito a los nietos pequeños :)

Santi D. dijo...

Estos niños de hoy en día, jajaja.
Faetón liandolas pardas.

Anónimo dijo...

Como no los niños siempre tienen la razón ja ja.
Guillermo Supervielle

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