lunes, 20 de mayo de 2019

Aventura Fatal: Crónicas de guerra

Ya han pasado cinco años desde que no veo a Mikel, sinceramente, no sé qué habrá sido de él. Yo, por mi parte, después de la batalla en Corcira, conseguí regresar vivo a Corinto, donde decidí adiestrarme para el ejército espartano, con la esperanza de poder encontrar en algún futuro a Mikel. Hoy es un día muy decisivo. Tras años y años de pequeñas escaramuzas entre pequeñas ciudades-estado, la liga del Peloponeso, formada por Esparta y sus aliados, tomará la iniciativa ofensiva y marchará sobre Atenas para intentar dar un golpe decisivo a la guerra. El rey Arquidamo II acaba de convocar a los generales para decidir la estrategia, tengo fe en que hoy podré reunirme otra vez con mi amigo.

Ya estamos en Atenas, la cosa pinta mal. Parece que los atenienses piensan resistir y no entablar batalla. Eso es malo, ya que nuestro ejército no puede estar mucho tiempo fuera, ya que podría darse una rebelión ilota como ya tiene pasado en estos cinco años en los que estuvimos repartidos por media Grecia.
Los generales calculan que como mucho podremos estar un mes aquí.
Nuestra estrategia se basa en ocupar las zonas circundantes a la ciudad para privarles de alimento, pero aun así conservan su salida al mar, por lo que no sufrirán mucho el asedio. Parece que su inmensa flota les va a salvar. Muchos de los pobladores del Ática abandonaron sus granjas y se trasladaron dentro de los Muros Largos que conectan Atenas con su puerto de El Pireo. La idea es ocupar el Ática durante periodos intermitentes. Pero como dije, no podremos estar mucho tiempo, ya que debemos seguir el sistema hoplítico, por el cual los soldados esperan regresar a casa para ayudar en las cosechas y por el tema de los ilotas.

No sé por qué pero tengo el presentimiento de que Mikel está dentro de esos muros aguardando por mi.

Ya han pasado unos meses, el plan no funcionó, esta intermitencia nos está matando. En la liga empiezan a sucederse los problemas, pero parece que Corinto tiene un plan maestro para intentar acabar con los atenienses. Han reclutado un ejército marítimo descomunal, y junto con sus aliados Lacedemonios plantarán cara a los atenienses en Naupacto. La ofensiva tiene como propósito destruir la hegemonía naval ateniense y capturar Zante, Cefalonia y Naupacto, todas ellas en el golfo de Corinto. Hemos conseguido reunir 77 embarcaciones, las cuales dirigirá el gran Cnemo. Yo, iré a luchar, con la esperanza de encontrar a mi amigo, rezaré a los dioses para que me protejan y ayuden, como hace todo buen guerrero espartano antes de una batalla.

Ha llegado el día, la verdad, impone mucho, pero debo hacerlo. Yo iré en una de las embarcaciones corintias. La estrategia era atraer la persecución de la flota ateniense, siempre dirigiéndose hacia el este bordeando la costa norte del golfo.

No sé qué me deparará el futuro, pero tengo el presentimiento de que estaré de vuelta con mi amigo, el miedo se apodera de mi en estos instantes, pero es algo que debo hacer para poner fin de una vez a esta guerra que se sigue cobrando cada vez más y más vidas.



2 comentarios:

Xende dijo...

¡Que emocionante! Espero que tus presentimientos sean ciertos y el paradero de Mikel se encuentre detrás de esos dichosos muros...

Fonsicreus dijo...

¡Qué excepcional! Ojalá tu corazón tenga razón y tu presentimiento de que Mikel está detrás de los muros sea cierta.

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