La historia de amor de Apolo y Dafne está representada de diferentes maneras a parte de contarlo por escrito también podamos ver:
Escultura realizada por un italiano llamado
Gian Lorenzo Bernini:
Pintura realizada por un italiano:
Francesco Albani:
Cantata compuesta por un Alemán:
Georg Friedich Handel:
La terra è liberata
MITO:
Apolo hijo de Zeus y Leto, el dios de la música, la profecía, de la luz e incluso de las artes adivinatorias, con una lluvia de flechas se deshizo de Pitón que era una bestia terrible y enorme que andaba buscando sangre a todas horas matando rebaños de ovejas, vacas, pastores e incluso algunas ninfas y se escondía en el monte parnaso
Tras lo ocurrido Apolo se volvió muy orgulloso y egocéntrico, no paraba de hablar de el y de su valentía ante pitón
se pasaba el día diciendo:
- Soy el mejor arquero del mundo y nadie puede conmigo
un día paseando por el bosque se encontró con eros, el dios del amor, también conocido como cupido, del cual Apolo se burlo y con el que acabo discutiendo
Apolo se metió con lo ridícula que era la imagen de eros ya que a pesar de ser un dios su apariencia era la de un niño pequeño que iba de un lado a otro volando y enamorando gente con su diminuto arco lanzando flechas.
Eros cansado de la actitud de Apolo le dijo:
- No te burles de los demás que algún día tus burlas te pasarán factura.
Tal vez mis flechas no hayan matado a ninguna serpiente pero no dudes
que con ellas he conseguido grandes hazañas pues han logrado llevar
el amor tanto a dioses como a hombres.
Tas discutir, Eros cansado de la actitud pedante y arrogante de Apolo, dijo:
- Toda tu vida recordaras este momento, juro por tu padre Zeus que recibirás tu merecido
Eros siendo el dios del amor no podía cumplir su amenaza de una forma mejor que usando el amor
Y así fue, Eros, ese mismo día lanzo dos flechas: una era de hierro y otra era de oro.
La de oro con punta de diamante servia para enamorar a la gente pero la de hierro con punta de plomo servia para que la persona que la recibiese iba a sentir un rechazo absoluto del amor para toda su vida.
Eros lanzo la flecha de oro directa hacia el corazón de Apolo y se enamoró perdidamente de una ninfa que pasa por allí, Dafne, la cual había recibido la flecha de hierro
Apolo, pese a que nunca había sentido ni la más mínima atracción por Dafne, ya no se la podía sacar de la cabeza.
Dejó todas sus aficiones para pasarse el día pensando en su bella amada.
Al contrario de Apolo, Dafne no quería saber nada de aquel dios que estaba tan ciegamente enamorado de ella, cada veza que lo veía salía corriendo o se escondía detrás de los árboles de la molestia que le producía lo pesado que era con ella, pero tampoco se puede esquivar toda la vida a una persona, y así fue, que se lo acabó encontrando de frente y Apolo aprovechó para pedirle matrimonio, pero la respuesta de Dafne no dejó duda:
-No me casaré jamás
Apolo no entendía porque siendo un dios ella lo rechazaba, y Dafne con sinceridad resolvió sus dudas
-No desprecio tu amor,
pero nací libre y lo seguiré siendo,
no quiero el amor de nadie
Pese a las palabras de Dafne, el dios cabezota y enamorado, lo siguió intentando, sin enfadarse con ella, no podía enfadarse con el amor de su vida. sentía la necesidad de abrazarla, quererla...
Dafne, con miedo ante la obsesión de Apolo hacia ella, decidió huir al bosque.
y así comenzó la persecución en la que Apolo perseguía a su amada. La ninfa muy asustada, creyendo que Apolo la iba a alcanzar, se acercó al río Peneo, que era su padre, al que le pidió ayuda.
Peneo, pese a no entender la obsesión de su hija en no querer casarse y darle nietos, al verla tan desesperada decidió ayudarla.
Dafne dejó de correr, su cuerpo se detuvo, rígido como una piedra, una fina capa cubrió su pecho y endureció su vientre, su cabellera se transformó en copa, y sus brazos se volvieron ramas...
su padre, pensó que así sería la mejor manera de ayudarla, covirtiéndola en un árbol, el primer Laurel del mundo.
Apolo se quedó destrozado y rompió a llorar al ver lo que le había sucedido a su bella ninfa, no se creía que ahora ya no tendría ninguna posibilidad de que el amor que sentía por Dafne fuese correspondido y demostrado.
Lleno de dolor decidió que cuidaría a ese árbol como si fuese sagrado, ya que no podía cuidarla como esposa, lo adoptó como símbolo y con sus ramas hizo una corona y a partir de ese día el Laurel se convirtió en el símbolo de victoria y gloria.
Apolo, pese a que nunca había sentido ni la más mínima atracción por Dafne, ya no se la podía sacar de la cabeza.
Dejó todas sus aficiones para pasarse el día pensando en su bella amada.
Al contrario de Apolo, Dafne no quería saber nada de aquel dios que estaba tan ciegamente enamorado de ella, cada veza que lo veía salía corriendo o se escondía detrás de los árboles de la molestia que le producía lo pesado que era con ella, pero tampoco se puede esquivar toda la vida a una persona, y así fue, que se lo acabó encontrando de frente y Apolo aprovechó para pedirle matrimonio, pero la respuesta de Dafne no dejó duda:
-No me casaré jamás
Apolo no entendía porque siendo un dios ella lo rechazaba, y Dafne con sinceridad resolvió sus dudas
-No desprecio tu amor,
pero nací libre y lo seguiré siendo,
no quiero el amor de nadie
Pese a las palabras de Dafne, el dios cabezota y enamorado, lo siguió intentando, sin enfadarse con ella, no podía enfadarse con el amor de su vida. sentía la necesidad de abrazarla, quererla...
Dafne, con miedo ante la obsesión de Apolo hacia ella, decidió huir al bosque.
y así comenzó la persecución en la que Apolo perseguía a su amada. La ninfa muy asustada, creyendo que Apolo la iba a alcanzar, se acercó al río Peneo, que era su padre, al que le pidió ayuda.
Peneo, pese a no entender la obsesión de su hija en no querer casarse y darle nietos, al verla tan desesperada decidió ayudarla.
Dafne dejó de correr, su cuerpo se detuvo, rígido como una piedra, una fina capa cubrió su pecho y endureció su vientre, su cabellera se transformó en copa, y sus brazos se volvieron ramas...
su padre, pensó que así sería la mejor manera de ayudarla, covirtiéndola en un árbol, el primer Laurel del mundo.
Apolo se quedó destrozado y rompió a llorar al ver lo que le había sucedido a su bella ninfa, no se creía que ahora ya no tendría ninguna posibilidad de que el amor que sentía por Dafne fuese correspondido y demostrado.
Lleno de dolor decidió que cuidaría a ese árbol como si fuese sagrado, ya que no podía cuidarla como esposa, lo adoptó como símbolo y con sus ramas hizo una corona y a partir de ese día el Laurel se convirtió en el símbolo de victoria y gloria.
5 comentarios:
Ohh me gustó mucho la historia, aunque Apolo es odioso jajaja
Gracias por enseñárnosla
Es muy extraño,¿la magia existe?,de repente su padre es un rio,es muy extraño,no entiendo nada
No sabia que el nombre Laurel ,es Dafne en griego , gracias a esta historia mitologica.
Está muy elaborado, me gusta bastante y quiero una segunda parte.
ME ENCANTAN ESTOS MITOS
!!!!!!!!!!!
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