El pasado lunes los alumnos de latín y cultura clásica nos trasladamos a Lugo. Como parece rutina en todas las excursiones con Magdalena el madrugón y la puntualidad eran indispensables, y a las ocho de la mañana teníamos que estar todos allí para ir en un mini-bus a Lugo, y cuando digo mini es minúsculo, sobre todo en comparación con todos los demás buses que escondían el nuestro entre ellos.
Cuando llegamos la niebla cercaba las murallas que rodean la ciudad, llegamos a una pequeña carpa promocionada por La Caixa , íbamos a ver la exposición " ROMANORUM VITA". Isabel nuestra guía nos condujo dentro de la estancia donde nos posicionamos para ver un pequeño corto que nos introdujo un poco el tema de la exposición. Al terminar, se subió poco a poco la pantalla, y después de estar un rato pensando si se trataba de una especie de 3D, nos dimos cuenta que no, que era una reproducción de una pequeña calle romana y que se suponía que por ahí seguía la visita.
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Vía y Foro |
La verdad es que todo estaba muy bien representado, la guía lo explicó todo muy bien, en la calle podíamos ver una sastrería con sus carteles publicitarios y las telas que se pretendían vender, unos urinarios públicos que contaban hasta con olor incluido, aunque mejor no describir aquello porque no era muy agradable; en las paredes de la calle había "grafitis" romanos, desde poemas de amor hasta mensajes de campañas políticas para las elecciones. Cerca de los urinarios había una pequeña lavandería, en las lavanderías romanas no existía el jabón y los lavanderos utilizaban orines para lavar la ropa, ya que actúa como una especie de lejía que saca las manchas a la ropa, los niños esclavos eran los encargados de pisar la ropa en una pequeña piscina en la mitad de la lavandería.
Nos explicaron el problema que suponía el fuego de la cocina en las casas, que al ser de madera con el mínimo descuido podía prender en llamas y crear derrumbes e incendios bastante habituales, Julio César durante su mandato prohibió los fuegos dentro de las casas, aunque como cabe esperar no lo cumplía mucha gente y los accidentes seguían siendo frecuentes.
En el pequeño foro de la "ciudad" se encontraban una taberna pequeña y una panadería que flanqueaban la casa de uno de los señores más importantes de la ciudad.
La taberna era una especie de termopolium, como las de Pompeya, eran unos pequeños bares donde los romanos paraban a la hora de comer para tomar algo rápido y caliente, los termopolia eran unos pequeños espacio que carecían de sillas, rodeados de una encimera que poseía hoyos en piedra con tapas de barro donde se ponían las brasas para que no se enfriara la comida. El menú de los romanos era muy parecido al de hoy en día, fruta, pescado, carne, legumbres y no mucho más, la "carta" por así decirlo se colocaba en la pared de la taberna, era algo mas que un simple menú: en una pizarra llevaban mensajes cifrados con apuestas clandestinas, en estos bares se apostaba en secreto ya que no estaba permitido ni bien visto.
La panadería no difería mucho de las panaderías de hoy en día, la diferencia era obviamente el pan, el pan romano era muy duro, pero así duraba más días, no era muy sabroso pero los ricos podían permitirse añadirle miel, frutos secos o vino para que supiese mejor.
Nos sentamos en las escaleras del pequeño foro, no era la primera vez que pisábamos un foro romano, aunque de corchopán sí, después de otro pequeño vídeo en el que nos explicaron la vida romana en un día cualquiera, por el día las calles estaban cubiertas por una manto de actividad que cubría por completo la ciudad sin dejar siquiera un mínimo resquicio sin actividad alguna, por la noche estaba prohibido la circulación de carros para evitar accidentes, esto aumentaba en ruido nocturno producido por los comerciantes que trasportaban productos y pequeñas reyertas de borrachos.
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Atrium |
Las puertas de la casa se abrieron para nosotros para proseguir la visita, era una domus romana, tal cual los dibujos de los libros de texto, con su atrium, su lararium, su triclinium, su cocina, y su tablinum, con muchos detalles, todo profusamente decorado para que nos pudiéramos hacer una idea de como era aquello y que borráramos de nuestra mente esa imagen que se tiene de la antigüedad de esculturas blancas y paredes sobrias, obviamente totalmente errónea ya que en época romana todo estaba decorado y pintado de colores vivos y alegres.
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Culina |
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Triclinium |
La visita concluyó velozmente, aunque nosotros tuvimos la oportunidad de
haber visto todo eso en vivo y en directo en la ciudad de Pompeya el
mes pasado, la exposición estaba muy bien y cualquier persona se podría
hacer una idea bastante correcta de lo que era la vida romana.
Desde mi punto de vista fue una visita muy instructiva y agradable, me gustaría subrayar el buen trabajo de la guía que nos acompañó en la visita.