Campamento romano
Miles de germanos corrían por
el campo listos para trepar por las murallas romanas y matar a todo
lo que encontrasen. Fronto no podía creer lo que veía, estaba
completamente paralizado, pero de pronto sintió como el deber lo
llamaba y notó de repente un tremendo impulso de fuerza y coraje.
-¡La legión-vociferó a pleno
pulmón-, a las murallas!
Las trompetas de guerra
empezaron a sonar y los legionarios de la XII Fulminata corrieron a
las murallas. Fronto miraba como los soldados corrían a ocupar sus
posiciones. Fronto levantó el brazo y gritó a pleno pulmón:
-¡Sagitarii!
Los arqueros levantaron sus
arcos, Fronto bajó el brazo y una lluvia de muerte y acero frenó el
ímpetu de los germanos. Decenas cayeron al instante atravesados por
las flechas romanas, pero aun así seguían saliendo del bosque miles
y miles de guerreros bárbaros, y lo que era peor, traían con ellos
escalas, para trepar a las murallas.
Fronto miró a su alrededor y
vio como la murallas estaba ahora llena de soldados romanos. Las
flechas no dejaban de caer sobre los romanos que levantaban los
escudos cubriéndose del ataque germano. Los legionarios formaron un
muro de escudos del que sobresalían los afilados gladios. Los
germanos colocaron las escalas sobre las murallas romanas y
comenzaron a trepar a toda velocidad completamente imparables. Fronto
miró a las caras asustadas de sus soldados.
-¡Soldados!-aulló a pleno
pulmón-¡Por Roma y por el César!
Los germanos se lanzaron sobre
los romanos. La lucha cuerpo a cuerpo había comenzado. Un gran
soldado bárbaro se lanzó sobre Fronto y lanzó una gran estocada.
Fronto paró el golpe con su escudo y por debajo con su espada
apuñaló al soldado bárbaro que cayó inmóvil sobre el suelo. Miró
a su alrededor para evaluar la situación. Decenas de germanos estaba
ahora sobre las murallas y los romanos luchaban desesperadamente por
repelerlos, la sangre y los cadáveres lo empezaban a inundar todo.
Fronto miró fuera del campamento, miles y miles de germanos listos
para escalar las murallas, listos para matar romanos. Entonces Fronto
sintió un escalofrío por toda la espalda, un ariete se hacía paso
entre la multitud.
Se giró y maldijo en voz baja,
si el ariete llegaba al portón todo se habría acabado. ¿Dónde
estaba Pertinax? ¿Dónde estaba Pertinax?
continuará...(se acerca el desenlace)
7 comentarios:
Esta historia va a mejor, Mateo. Nos tienes impacientes por conocer el desenlace.
Este chico nos escribe una auténtica novela en el blog jajaj muy bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen!!!!!!!!!! :)
Mateo, consigues que pueda imaginarme las flechas viajando por el aire y a los soldados escalando por las murallas. Pronto el desenlace :)
Está muy bien, muy interesante; sigue así!
la historia es cada vez mas interesante!!
Buah Me encanta, está tan bien que no me importó tener que ir hasta la primera entrada, mereció la pena. Mateo me encanta como escribes, tienes una nueva fan de tus entradas :)
Muy buena, ahora voy a por la 5ª parte! :) Lo que más me llamó la atención, fue lo de "sagitarii", ya que lo relacioné inmediatamente con el signo del zodíaco sagitario y descubrí que por eso normalmente aparecía representado por una flecha.
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