PARODIA DE LA ODISEA III

Antes de seguir diré que este título será el que tendrán mis entradas a partir de ahora, para evitar confusiones.
Despertaste en un sitio distinto, atado y rodeado de hombres armados con espadas, cuando vieron que te habías despertado, salieron gritando:
-Señor, Señor, despertó el hombre que capturamos.
Te asustaste pero no mostraste signos de ello por las grandes curiosidades  sustos que llevaras durante esos días. Un hombre entra su armadura es más distinguida que la de los demás hombres, por eso y por el respeto que le mostraban los demás averiguaste que si no era el que mandaba, andaría cerca.
-Quién eres?
Dices tu nombre.
Preguntaste quienes eran ellos, y te respondió.
-Somos la patrulla de las costas de Ítaca, de donde eres? No eres de por aquí.
Les contaste tu historia y te llevaron ante un sacerdote y ante el rey, para determinar si era cierto o eras un mentiroso.Tras una serie de ritos sin sentido, dijeron que era posible que dijeras la verdad.
Durante esos ritos observaste que el rey se comportaba como un crío y un loco.
Te dieron cobijo en el mismo palacio por ser un enviado de los Dioses. A la mañana siguiente oíste decir a la gente que el rey, de nuevo, había sembrado los campos de sal y que definitivamente estaba loco. Esto te recordó a lo que decía la mitología griega cuando Odiseo, también conocido como Ulises, fingía locura para no ir a la guerra con Agamenon contra Troya, aunque sabías que no le iva a servir de nada porque pondrían a su hijo Telemaco para ir a la guerra en lugar de su padre y Ulises confesaría e iría él. Ya sabías donde estabas, sabías que pasaba y sabías que ocurriría, lo que no sabías era que ocurriría contigo, pero tenías muy claro que no querías estar en la guerra de Troya.
De pronto empiezas a escribir sin pensar en ello como si te movieran la mano:

                                                  ESTAS CERCA

                                         BUSCA AL SABIO LOCO

                                        LA MAS ASTUTA CABEZA

                                       QUE DESAFÍA A LOS DIOSES

                                       QUE ORDENES NO ACEPTA

Tras esto pensaste en el rey de Itaca, que podía ser el famosísimo Odiseo, Ulises, recordaste cuando le habían llamado para la guerra de Troya, que se había hecho el loco para no ir, sembrava los campos de sal y un montón de cosas, hasta que pusieron a su hijo al frente de la guerra para combatir allí. Ese momento no debía haber llegado todavía, aún seguía haciéndose el loco, a ver cuanto duraría.

Llegó el día en el que Ulises se descubrió y debía ir a la guerra, pediste ir con él, porque lo único que sabías es que debías ir.
Y así fue, partiste de Itaca hacia la guerra de Troya con la historia de tu parte, que ganarían los tuyos solo eso te relajaba.