EL SINDROME DE MEDEA
La mitología griega no ha dejado entre nosotros ningún síndrome más terrible que el de Medea. Imaginar que una madre puede acabar con la vida de sus hijos resulta más impensable aún que el mismo crimen perpetrado por un padre. En realidad el síndrome de Medea trasladado a nuestros días, lo sufren tanto padres como madres, que según los expertos buscan vengarse de la persona con la que tuvieron dicho hijo de la manera más cruel. Según la estadística las mujeres suelen matar a los hijos cuando son pequeños y los hombres cuando son adolescentes. A veces, incluso, sufren alucinaciones en las que llegan a ver a los niños como monstruos, y otras veces simplemente quieren quitarse la vida y deciden que es mejor que sus hijos mueran a que vivan con el otro progenitor.
En la mitología griega Medea era la hija de Eetes, rey de la Cólquida, y de la ninfa Idía. Era sacerdotisa de Hécate, a la que algunos consideran su madre y de la que se supone que aprendió los principios de la hechicería junto con su tía, la diosa y hechicera Circe.
La historia de Medea es una larga historia pero yo solamente contaré la parte relacionada con el síndrome de Medea.
Todo comienza cuando Jasón y los argonautas llegan a la Cólquida de donde era rey Eetes padre de Medea. Jasón fue a la Cólquida en busca del vellocino de oro pero el rey Eetes le propuso que si cumplía unas pruebas imposibles para cualquier hombre el vellocino sería suyo.
Medea que estaba perdidamente enamorada de Jasón le ayudó haciendo uso de sus conocimientos de hechicería. Gracias a la ayuda de Medea Jasón pasó las pruebas de Eetes, pero este, muy enfadado se negó a cumplir su palabra. Entonces Jasón y los argonautas con la ayuda de Medea a la que Jasón habia prometido casarse con ella y serle siempre fiel, robaron el vellocino de oro y escaparon de la Cólquida.
Después de un largo viaje lleno de acontecimientos llegaron a Corintio donde Jasón acordó con el rey Creonte abandonar a Medea y casarse con su hija Glauca, entonces Medea arrastrada por los celos le regalo a Glauca un mantón de irresistible belleza. Cuando la criada de Medea le entrego el mantón a Glauca, esta se lo puso de inmediato desatando la magia contenida en él. El mantón se convirtió en una tela llameante. Viendo esto Creonte padre de Glauca se abalanzó sobre ella con intención de salvarla y las llamas consumieron a ambos por completo. A continuación para hacer el máximo daño posible a Jasón mato a sus hijos, los cocinó y se los sirvió de cena. Una vez Jasón acabo de cenar Medea le confesó su terrible crimen.
Después de un largo viaje lleno de acontecimientos llegaron a Corintio donde Jasón acordó con el rey Creonte abandonar a Medea y casarse con su hija Glauca, entonces Medea arrastrada por los celos le regalo a Glauca un mantón de irresistible belleza. Cuando la criada de Medea le entrego el mantón a Glauca, esta se lo puso de inmediato desatando la magia contenida en él. El mantón se convirtió en una tela llameante. Viendo esto Creonte padre de Glauca se abalanzó sobre ella con intención de salvarla y las llamas consumieron a ambos por completo. A continuación para hacer el máximo daño posible a Jasón mato a sus hijos, los cocinó y se los sirvió de cena. Una vez Jasón acabo de cenar Medea le confesó su terrible crimen.
3 comentarios:
No sabía de la existencia del síndrome de Medea en la actualidad, aunque ya oyera hablar de esta historia esta muy bien hecha y me gustó mucho.
Es curioso lo que puede llegar a hacer una persona por venganza, una entrada muy interesante.
La entrada me parece interesante porque no conocía la existencia del síndrome de Medea.
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