Los cinco peores. Cómodo (3º)

Entramos en los tres primeros y la medalla de bronce se la lleva un hombre que ha pasado a la historia por su brutalidad, su cobardía y su crueldad. Su nombre es Lucio Aurelio Cómodo Antonino, o como todos lo conocemos (gracias Gladiator) Cómodo.

Cómodo fue el hijo del sabio emperador Marco Aurelio y su mujer Faustina, en nada se parecería el nuevo emperador a su sabio padre. Durante el reinado de Cómodo entre los años 180 d.C y 192 d.C. el Imperio se sumergió en una de las mayores crisis de su historia, el estado se arruinó por completo y la conquista de Germania que había casi conseguido acabar con la amenaza bárbara para siempre, se abandonó.

Nada más llegar a Roma el joven emperador ordenó celebrar unos gigantescos juegos públicos en su honor mientras el Imperio se hundía en la miseria. Ordenó que todos los vagabundos fuese obligados a luchar entre ellos con cuchillos de carniceros, asesinó a todo el mundo que se pusiese en su camino, llegó a creerse la reencarnación de Hércules y a luchar contra animales y personas, que antes había drogado. Un día en el circo decapitó a una avestruz y entre enormes carcajadas lanzó la sangre a los senadores y les dijo que serían los siguientes.

Los senadores y la propia familia del emperador, hartos de que cada día el César estuviese más loco y que cada día fuese más cruel y sanguinario llegaron a la conclusión de que había que acabar con él, o él acabaría con todos ellos. Intentaron envenenarlo pero fracasaron y fue entonces cuando enviaron al liberto Narciso a estrangularlo mientras se bañaba. Cómodo murió asesinado por una de sus propios súbditos tras 12 años de demencia y crueldad.

El reinado de Cómodo acabó brutalmente con la edad de oro en la que se hallaba Roma, con él comenzó la decadencia del Imperio Romano, era el principio del final. Así lo definió Dión Casio: “ Nuestra historia ahora desciende de una de oro y plata a una de hierro y óxido”.